Una mamá pata que estaba a punto de empollar, deseaba ansiosa que sus bebés rompieran el cascarón para darles calor y sobre todo mucho amor. Las demás aves de la granja, pues como era costumbre, esperaban deseosas un nacimiento para dar la bienvenida a los nuevos residentes. Llegó la hora esperada .Nacieron los patitos, pero entre ellos había uno que se diferenciaba por su belleza. Era muy blanco, tenía el cuello arqueado, el pico más largo, el plumaje brioso y sedoso. Muchos decían que seria aún más hermoso cuando creciera. Y así fue: cada día aumentaba su esplendor. Era particularmente notable su belleza. Todos querían verlo y acercársele, tenía deslumbradas a todas las patitas de su edad, e incluso a las gallinas jóvenes. Su mayor atributo le valió con el tiempo sus más detestables defectos: petulante, engreído y déspota. Su madre sentía un cariño especial por él, e incluso, el amor que recibía superaba a lo que recibían sus hermanos. En cambió él, el patito vanidoso, sentía verguenza tener una madre y hermanos diferentes a él. Despreciaba y miraba por sobre el hombro a las demás aves.
Poco a poco la admiración que le tenían los demás animales plumíferos fue extinguiéndose y convirtiéndose en envidia, que él mismo adoraba, volviéndolo más soberbio.
Decían a sus espaldas que era el patito más feo, no por su aspecto físico, sí no por la despreciable manera de comportarse. Él percibía ese aire en su contra con desdén, simplemente lo ignoraba.
Un día, como una forma de librarse de él, el señor gallo conocedor de la manía de éste,le miente aduciéndo que su diferencia con el resto de aves se debe a que tenía otros orígenes:
Provienes de una familia distinguida y noble_ le dijo_ tu verdadero hogar habita en un gigantesco Palacio cerca de un lago. Pero fuiste secuestrado por un cuervo, nosotros logramos arrebarte de sus garras. El patito vanidoso hizo silencio por un instante, se quedó confundido; pensó que éste tenía razón, no cabría explicación para su evidente diferencia con el resto.
Al día siguiente decidió emprender la búsqueda de su verdadera familia, llegó a un corral en el que sólo vivían pavos, no se sintió identificado con ellos; al contrario, éstos estuvieron a punto de lincharlo por haberse mofado de su aspecto. Luego llegó a un sitio donde vivían Pavos Reales, se mostraron indiferentes con él, al patito vanidoso no le importó. Finalmente llegó a un extenso lago, pero no encontró allí palacio ni nada parecido. Grande fue su sorpresa al verse identificado con otros “patos” parecidos a él .En el fondo dudaba que esa fuera su familia por que no veía el palacio imperial. Les explicó del porqué estaba allí, les habló de su madre, sus hermanos, los seres que habitaban con él y lo que el señor gallo le dijo hacerca de su familia. Quería tener la certeza de que era uno de los cisnes que encontró,el parecido era evidente, ellos por su parte le dieron la afirmación, más su decepción fue cuando confirmó que allí nunca había existido palacio alguno.Todos tenían una vida modesta y confortable, no eran reyes de nada. Pasó el tiempo y tuvo que conformarse con ser uno más, porque bellos eran todos e incluso algunos más que otros. Aprendió el valor de la modestia, el respeto, el amor y la convivencia en armonía.
Decían a sus espaldas que era el patito más feo, no por su aspecto físico, sí no por la despreciable manera de comportarse. Él percibía ese aire en su contra con desdén, simplemente lo ignoraba.
Un día, como una forma de librarse de él, el señor gallo conocedor de la manía de éste,le miente aduciéndo que su diferencia con el resto de aves se debe a que tenía otros orígenes:
Provienes de una familia distinguida y noble_ le dijo_ tu verdadero hogar habita en un gigantesco Palacio cerca de un lago. Pero fuiste secuestrado por un cuervo, nosotros logramos arrebarte de sus garras. El patito vanidoso hizo silencio por un instante, se quedó confundido; pensó que éste tenía razón, no cabría explicación para su evidente diferencia con el resto.
Al día siguiente decidió emprender la búsqueda de su verdadera familia, llegó a un corral en el que sólo vivían pavos, no se sintió identificado con ellos; al contrario, éstos estuvieron a punto de lincharlo por haberse mofado de su aspecto. Luego llegó a un sitio donde vivían Pavos Reales, se mostraron indiferentes con él, al patito vanidoso no le importó. Finalmente llegó a un extenso lago, pero no encontró allí palacio ni nada parecido. Grande fue su sorpresa al verse identificado con otros “patos” parecidos a él .En el fondo dudaba que esa fuera su familia por que no veía el palacio imperial. Les explicó del porqué estaba allí, les habló de su madre, sus hermanos, los seres que habitaban con él y lo que el señor gallo le dijo hacerca de su familia. Quería tener la certeza de que era uno de los cisnes que encontró,el parecido era evidente, ellos por su parte le dieron la afirmación, más su decepción fue cuando confirmó que allí nunca había existido palacio alguno.Todos tenían una vida modesta y confortable, no eran reyes de nada. Pasó el tiempo y tuvo que conformarse con ser uno más, porque bellos eran todos e incluso algunos más que otros. Aprendió el valor de la modestia, el respeto, el amor y la convivencia en armonía.
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