Nacido en Bélgica.
Actualmente es catedrático de Comunicación de la Universidad de Massachusetts
en Amherst. Jan Servaes escribe por esta vez
“Comunicación Participativa: ¿El nuevo paradigma?, en el que establece
tres grandes periodos en los que dividir la historia moderna del desarrollo, y
sus correspondientes visiones y prácticas de la comunicación:
Enfoque de la modernización (desde 1954 hasta
1965). Enfoque de la dependencia (desde 1965 hasta principios de los ochenta). Enfoque
de la multiplicidad (desde los años 80 hasta la actualidad).
Jan Servaes es considerado
como uno de los máximos especialistas en comunicación para el desarrollo
sostenible. Fue presidente del comité científico del Congreso Mundial de
Comunicación para el Desarrollo (Roma, 2006) , entre otros importantes cargos;
lo cual le confiere una notable distinción.
En este texto nos
manifiesta su convicción de que ningún estado, comunidad, o localidad pude vivir
de manera autónoma, a este respecto, se puede cuestionar su efectividad en el
proceso de su desarrollo, esto último es un punto contradictorio del autor ya que las tomas de
decisiones ya no serían propias, bajo el propio criterio, de alguna manera
estaríamos frente a una forma de dependencia. Esto último lo aclara en as siguiente
líneas.
“El desarrollo no se logra
sólo por factores interno. Todos tenemos una cierta dependencia”. Aunque
concuerdo un poco, hay otro planteamiento en cuestión a parte de la efectividad
de las decisiones como consecuencia de la dependencia de nuestros pueblos con
otros (superiores) a lo largo de nuestra historia y seguiríamos en la constante
equivocación de cometer errores ajenos, entonces hasta el momento no habría un
aparente cambio.
Sin embargo, al añadir el
“cambio de pensamiento de comunicación”, la situación se torna distinta , y un tanto
esperanzador, ya que lo que no podríamos
evitar en una mecánica de supervivencia, lo podemos mejorar a través de una
comunicación efectiva, es decir, una autonomía en la comunicación, donde el
escuchar sea una política de desarrollo, si no es muchos exagerar, para una
auténtica confianza y la erradicación total de las barreras y distancias
sociales entre los diferentes entes sociales, aunque Jan Servaes, insiste en
una relación jerárquica de la comunidad.
Escuchar es un trabajo que
debe involucrar a todos los gobiernos_
ciudadanos, pobres_ ricos, etc.
Desde el enfoque de la
modernización los EUA y potencias de los años 50 y 60’s definen el desarrollo
con intereses particulares como la réplica
de sus propio modelo económico. Es decir, el desarrollo es considerado como
bienestar y objetivo máximo de países subdesarrollados, donde el bienestar se
traduce a calidad de vida, y ésta última se define como gran poder adquisitivo
que condiciona el acceso a servicios múltiples, al margen de una situación de
bienestar interno y ambiental en el que uno pueda desarrollarse plenamente en
armonía con los demás y en un medio ambiente saludable.
Se ha impregnado el concepto
de Desarrollo como ente meramente unilineal,
desde la visión de los Estados Unidos, Japón, etc. en rechazo de otras formas
de desarrollo que no sea el dinero el factor determinante; y que hasta la
actualidad es casi imposible desarraigar; imposible por la constante imposición
de esta definición de desarrollo ,de las aún potencias económicas, a través de
los medios de comunicación que no solamente hace referencia a la televisión,
radio, prensa, sino también a textos, video juegos, etc. Según la Tercera
Colonización de Efraín Ruiz Caro.
Cuando el autor habla
de visión económica del desarrollo, ésta
está enmarcada dentro de la teoría de la modernización que se expone en el
presente texto.
Pero ya en 1960 esa definición
fue cuestionada por diversos científicos de América Latina e incluso por sociólogos
Norteamericanos como Herber schiller.
Jan Servaes lo llama el “paradigma
de la dependencia”, otros más audaces, cuya especialidad no es particularmente la comunicación, van con todo
y la comparan como “tercera colonización”.
El texto es puntual
al acercarse a una necesidad de un nuevo concepto de desarrollo que involucre la
identidad, y para ello es de gran
importancia un nuevo orden. Hasta allí
pareciera que fuera fácil al inicio y
complicado el final, sin embargo, esa necesidad se estima de una
evidente demanda de la sociedad misma hacia el cambio. Claro, cada uno tiene de
manera desordenada una visión de cómo podría mejorarse una situación inaceptable
o que afecta directamente el desenvolvimiento y el bienestar de uno. Lo complicado
está ordenar de manera sistemática esas necesidades de cada uno (miembro de una
comunidad) al nuevo orden, de tal manera que no haya conflicto ante la
diversidad de intereses.
Cada uno tiene una
identidad, una forma eficaz de desarrollo, pero a su vez, cada aspecto de la
vida del hombre también tiene una definición particular del desarrollo
(económico, político, social, ambiental, etc. ( según varios autores). ¿De qué
manera es correcto esto o intencional, la forma cómo se ha justificado una
diversidad de acepción de la palabra desarrollo?
Países socialista, en su
intento de desarticularse de las potencias mundiales han logrado generar un
desarrollo (no pleno, pero mejor que los “del primer mundo”) en una situación
de aislamiento. Lo que deja en evidencia que se puede lograr un autodesarrollo.
Ejemplo de ello está Corea del norte (Fuente: Hildebrandt en sus trece).
La duda está en a qué hace
referencia Jan Servaes cuando habla de autodesarrollo. Al manifestar que cada
país no puede lograr ser autosuficiente, surge esta cuestión:
¿Se puede lograr el
desarrollo pleno? ¿El aislamiento no genera el desarrollo pleno?
Cada sociedad depende de
alguna manera en su forma y /o grado, manifiesta el autor. Añade, que no existen países o ciudades autónomas o
autosuficientes ni extremadamente dependientes de factores externos.
Entonces, eso quiere
decir, que al no poder los países, ser autosuficientes.: ¿no logran el
desarrollo pleno? Por ejemplo: El desarrollo pleno está estrechamente relacionado
con la armonía entre un país con el resto a pesar del esfuerzo constante de
mantenerse éste en autonomía y aislamiento.
La solución sería que debe
procurarse siempre la autonomía aunque ésta no sea posible en su totalidad,
para así mantener nuestras decisiones lo
más objetivas posibles y acordes con
nuestra realidad.
Para lograr esto, considero,
al igual que el autor, abordar el desarrollo en un enfoque normativo. Para ello, el cambio debe ser
estructural, múltiple, empoderativo, desde la comunicación y la cultura.
Con una visión de la
comunicación menos jerárquica y más horizontal, para hacerle frente a la
influencia de patrones de conducta
ajenos a nuestra cultura de los medos masivos a través de la influencia
personal que sólo es posible con una comunicación participativa. El modelo participativo
acentúa la importancia de la identidad cultural y democratización.
A esta suma de requisitos
indispensables para el logro del desarrollo, estoy completamente de acuerdo con
el autor cuando nos demanda una nueva actitud para entender la pluralidad y
diversidad cultural. En todos los niveles de la participación.
La participación en el nivel más elevado de involucramiento y la comunicación debe entenderse como una necesidad humana, así como la preocupación
por la salud, comer, dormir, etc.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0120-48232007000100008&script=sci_arttext&tlng=es
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3964587
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0120-48232007000100008&script=sci_arttext&tlng=es
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3964587
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