lunes, 17 de junio de 2013

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA_ RESEÑA

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Nacido en Bélgica. Actualmente es catedrático de Comunicación de la Universidad de Massachusetts en Amherst. Jan Servaes escribe por esta vez  “Comunicación Participativa: ¿El nuevo paradigma?, en el que establece tres grandes periodos en los que dividir la historia moderna del desarrollo, y sus correspondientes visiones y prácticas de la comunicación:
 Enfoque de la modernización (desde 1954 hasta 1965). Enfoque de la dependencia (desde 1965 hasta principios de los ochenta). Enfoque de la multiplicidad (desde los años 80 hasta la actualidad).
 Jan Servaes  es considerado como uno de los máximos especialistas en comunicación para el desarrollo sostenible. Fue presidente del comité científico del Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo (Roma, 2006) , entre otros importantes cargos; lo cual le confiere una notable distinción.
En este texto nos manifiesta su convicción de que ningún estado, comunidad, o localidad pude vivir de manera autónoma, a este respecto, se puede cuestionar su efectividad en el proceso de su desarrollo, esto último es un punto  contradictorio del autor ya que las tomas de decisiones ya no serían propias, bajo el propio criterio, de alguna manera estaríamos frente a una forma de dependencia. Esto último lo aclara en as siguiente líneas.
“El desarrollo no se logra sólo por factores interno. Todos tenemos una cierta dependencia”. Aunque concuerdo un poco, hay otro planteamiento en cuestión a parte de la efectividad de las decisiones como consecuencia de la dependencia de nuestros pueblos con otros (superiores) a lo largo de nuestra historia y seguiríamos en la constante equivocación de cometer errores ajenos, entonces hasta el momento no habría un aparente cambio.
Sin embargo, al añadir el “cambio de pensamiento de comunicación”, la situación se torna distinta , y un tanto esperanzador, ya que  lo que no podríamos evitar en una mecánica de supervivencia, lo podemos mejorar a través de una comunicación efectiva, es decir, una autonomía en la comunicación, donde el escuchar sea una política de desarrollo, si no es muchos exagerar, para una auténtica confianza y la erradicación total de las barreras y distancias sociales entre los diferentes entes sociales, aunque Jan Servaes, insiste en una relación jerárquica de la comunidad.
Escuchar es un trabajo que debe involucrar a todos los  gobiernos_ ciudadanos, pobres_ ricos, etc.
Desde el enfoque de la modernización los EUA y potencias de los años 50 y 60’s definen el desarrollo con intereses particulares como la  réplica de sus propio modelo económico. Es decir, el desarrollo es considerado como bienestar y objetivo máximo de países subdesarrollados, donde el bienestar se traduce a calidad de vida, y ésta última se define como gran poder adquisitivo que condiciona el acceso a servicios múltiples, al margen de una situación de bienestar interno y ambiental en el que uno pueda desarrollarse plenamente en armonía con los demás y en un medio ambiente saludable.
Se ha impregnado el concepto de Desarrollo como ente meramente  unilineal, desde la visión de los Estados Unidos, Japón, etc. en rechazo de otras formas de desarrollo que no sea el dinero el factor determinante; y que hasta la actualidad es casi imposible desarraigar; imposible por la constante imposición de esta definición de desarrollo ,de las aún potencias económicas, a través de los medios de comunicación que no solamente hace referencia a la televisión, radio, prensa, sino también a textos, video juegos, etc. Según la Tercera Colonización de Efraín Ruiz Caro.
Cuando el autor habla de  visión económica del desarrollo, ésta está enmarcada dentro de la teoría de la modernización que se expone en el presente texto.
Pero ya en 1960 esa definición fue cuestionada por diversos científicos de América Latina e incluso por sociólogos Norteamericanos como Herber schiller.
Jan Servaes lo llama el “paradigma de la dependencia”, otros más audaces, cuya especialidad no es  particularmente la comunicación, van con todo y la comparan como “tercera colonización”.
El texto es puntual al  acercarse a una necesidad de un  nuevo concepto de desarrollo que involucre la identidad, y para ello  es de gran importancia  un nuevo orden. Hasta allí pareciera que fuera fácil al inicio y  complicado el final, sin embargo, esa necesidad se estima de una evidente demanda de la sociedad misma hacia el cambio. Claro, cada uno tiene de manera desordenada una visión de cómo podría mejorarse una situación inaceptable o que afecta directamente el desenvolvimiento y el bienestar de uno. Lo complicado está ordenar de manera sistemática esas necesidades de cada uno (miembro de una comunidad) al nuevo orden, de tal manera que no haya conflicto ante la diversidad de intereses.
Cada uno tiene una identidad, una forma eficaz de desarrollo, pero a su vez, cada aspecto de la vida del hombre también tiene una definición particular del desarrollo (económico, político, social, ambiental, etc. ( según varios autores). ¿De qué manera es correcto esto o intencional, la forma cómo se ha justificado una diversidad de acepción de la palabra desarrollo?
Países socialista, en su intento de desarticularse de las potencias mundiales han logrado generar un desarrollo (no pleno, pero mejor que los “del primer mundo”) en una situación de aislamiento. Lo que deja en evidencia que se puede lograr un autodesarrollo. Ejemplo de ello está Corea del norte (Fuente: Hildebrandt en sus trece).
La duda está en a qué hace referencia Jan Servaes cuando habla de autodesarrollo. Al manifestar que cada país no puede lograr ser autosuficiente, surge esta cuestión:
¿Se puede lograr el desarrollo pleno? ¿El aislamiento no genera el desarrollo pleno?
Cada sociedad depende de alguna manera en su forma y /o grado, manifiesta el autor. Añade, que no  existen países o ciudades autónomas o autosuficientes ni extremadamente dependientes de factores externos.
Entonces, eso quiere decir, que al no poder los países, ser autosuficientes.: ¿no logran el desarrollo pleno? Por ejemplo: El desarrollo pleno está estrechamente relacionado con la armonía entre un país con el resto a pesar del esfuerzo constante de mantenerse éste en autonomía y aislamiento.
La solución sería que debe procurarse siempre la autonomía aunque ésta no sea posible en su totalidad, para así  mantener nuestras decisiones lo más objetivas posibles  y acordes con nuestra realidad.
Para lograr esto, considero, al igual que el autor, abordar el desarrollo en un enfoque  normativo. Para ello, el cambio debe ser estructural, múltiple, empoderativo, desde la comunicación y la cultura.
Con una visión de la comunicación menos jerárquica y más horizontal, para hacerle frente a la influencia  de patrones de conducta ajenos a nuestra cultura de los medos masivos a través de la influencia personal que sólo es posible con una comunicación participativa. El modelo participativo acentúa la importancia de la identidad cultural y democratización.

A esta suma de requisitos indispensables para el logro del desarrollo, estoy completamente de acuerdo con el autor cuando nos demanda una nueva  actitud para entender la pluralidad y diversidad cultural. En todos los niveles de la participación.


 La participación en el nivel  más elevado de involucramiento y la  comunicación debe entenderse como  una necesidad humana, así como la preocupación por la salud, comer, dormir, etc.

















http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0120-48232007000100008&script=sci_arttext&tlng=es 
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3964587 

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