viernes, 16 de septiembre de 2011

GÉNEROS, FORMATOS Y PROGRAMACIÓN RADIOFÓNICA: Algunas reflexiones sobre su distinción.



GÉNEROS, FORMATOS Y PROGRAMACIÓN RADIOFÓNICA: Algunas reflexiones sobre su distinción.
La producción radiofónica es todo un proceso conformado por géneros y formatos, yo misma podría definir la producción radiofónica como sinónimo de programación o como el conjunto de éstas. Tanto el género como el formato tienen características que son compatibles con las características de producción radiofónica. Se han mencionado varias propuestas de clasificación de géneros y formatos que actualmente son empleadas según el criterio de cada uno, porque sencillamente son válidas todas, y que pasaremos a mencionar en el desarrollo de éste capítulo.

Se cree que la Producción Radiofónica se limita sólo a operaciones de controles de redacción y como un submedio que emplea un sublenguaje. Cuando caemos en ésta definición creemos que producción radiofónica es UN PRODUCTO, tal como si se tratara del resultado de las máquina.
La teoría y la práctica de la Producción radiofónica nos enseña que ésta tiene características según el medio radiofónico, utiliza su propio lenguaje, está constituido de guiones, se incluye siempre aspectos técnicos, así como también conserva las características de la empresa radial, otros autores incluyen dentro de éste proceso, la organización de contenidos, usualmente llamado PROGRAMACIÓN.


Para Jesús García Jimenez existen tres factores que influyen en la programación: Identidad del medio, características de los programas y la audiencia. Para él la programación tiene organización doble: Organización Interna Diacrónica o Secuencial que contiene programas yuxtapuestos y sucesivos, mientras que en la Organización Sincrónica o simultánea tiene que ver más con las competencias que se dan entre programas de diferentes emisoras que comparten la misma franja horaria. El propósito de ésta forma de organización (doble) es ayudar al profesional en la selección, en la ubicación de los programas, diseñar las transiciones entre ellos y definir una imagen coherente y consistente de la emisora.
La confusión entre programa, formato y género es una de las cuestiones que ha llevado a varios estudiosos de éste medio definirlos según la relación entre ellos.

Para Ignacio López Vigil la palabra GÉNERO, según su etimología griega, significa GENERACIÓN U ORIGEN, para él éste conforma las primeras distribuciones radiofónicas y contiene las características generales del programa. La forma, que en este caso es el formato, viene a ser una palabra latina que significa FIGURAS, CONTORNOS O ESTRUCTURAS en donde se vierten los contenidos. La diferencia entre ambos es que géneros constituye modelos abstractos y forma, moldes concretos.
Ricardo Haye, en una aparente coincidencia con Ignacio López, afirma que género como categoría mayor, es el procedimiento de predicación y el formato como categoría menor, sólo son estructuras de producción.
La diferencia entre Formato y género, se orienta a saber quien contiene a quien. Si partimos de Formas Generales a Formas específicas, en una programación radiofónica podríamos afirmar que la primera incluye al orden total de los contenidos de la emisora, y la segunda, formas específicas, organiza los contenidos a lo interno de un mensaje.

Lo que si hay que aclarar, es que si la radio rescata la tradición oral de la humanidad entonces es un medio que recrea y reproduce actos del habla, y ésta según las situaciones comunicativas, es decir, según las características orales presentes en los discursos y rasgos de la comunicación escrita manifestados en los textos; ambos se estructuran sobre categorías genéricas con influencia ideológica. Las situacionales comunicativas se caracterizan entonces por ser convencionales (resultado de acuerdos entre quienes la emplean) y reconocible por todos, teniendo en cuenta las experiencias e ideológicas compartidas.
El género radiofónico tiene forma específica, es convencional y tiene por sí mismo sentido; escoger el género adecuado y según la ocasión garantizan su eficiencia. De ese modo facilita la comprensión de los contenidos. Otra condición a tener en cuenta es el objetivo de la comunicación: formar, informar o entretener.
En cuanto al formato, Marco Polo Torres define a formato como el estilo de la programación y debe ser según las expectativas del público.
Para Mario Alberto Pérez, FORMATO viene a ser la forma de un programa que es lo mismo a la forma total de programación de una estación radial. Sin embargo, la primera tiene la conceptualización de GÉNERO porque habla de formas específicas y la segunda al FORMATO por que nos habla ya de una forma general de organizar los contenidos.
Teniendo claro la diferencia entre género y formato, la programación radiofónica organiza y planifica los diferentes niveles de GÉNEROS o unidades que conforman formatos de programación, PROGRAMAS (forma intermedia entre género y formato, estructura básica de la comunicación y contiene uno o más géneros) y FORMATOS (formas generales, organiza el conjunto de programas y géneros de una emisora).
La clasificación de géneros no ha sido fácil, según los profesionales de comunicación social, en el periodismo se pueden clasificar los géneros según el medio: Para MEDIO ESCRITO sólo géneros informativos y para MEDIOS AUDIOVISUALES géneros informativos o de entretenimiento en que el entretenimiento impera más.

Entre otros estudiosos proponen diversas clasificaciones. Para Mario Kaplún existen géneros musicales y géneros hablados, dentro de ésta última están los monólogos, diálogos y dramas. Kaplún hace una clasificación de 12 modelos y formatos que Walter Ouro Alves enriquece al agruparlos en dos categorías de acuerdo la teoría y a la práctica de la producción. La primera clasificación en base a su estructura, y la segunda clasificación según su estructura y complejidad, esta complejidad dependen del nivel de trabajo, menú informativo (géneros no tan complejos) y el menú no tan informativo (entretenimiento).
Anwar Alghassani propone clasificar los géneros según sus características y diferencias en sus funciones, objetivos, métodos y estilos. Respecto a sus funciones podemos ver que mantiene una cercanía al proceso de la comunicación (entrenamiento, informativos y formativos) y en el que Jesús García Jiménez se apoya para establecer la existencia de tres hipergéneros que de alguna manera va a determinar el tipo de programa: Informativos; Instructivos, educativos o culturales y de Entretenimiento. A éste pensamiento se une también Josefina Villar, también afirma una afiliación entre la clasificación de géneros con la función del proceso comunicativo; ella los relaciona con éstos términos: Informar_ géneros informativos (Función referencial de la comunicación), Persuadir_ géneros formativos (Función conativa de la comunicación) y entretener_ género artísticos (función poética de la comunicación).
Así como hubo una avalancha de propuestas para definir una clasificación de géneros y formatos que tuvieran sentido en una programación, aparece otra cuestión: ¿HAY GÉNEROS PUROS?, esto lo determinaremos en el siguiente ejemplo: género informativo llevado hacia una educación radiofónica también puede ser entretenida (aunque actualmente se haya hecho un abuso). Entonces cabe mencionar la hibridación de géneros que se han vuelto necesarios para comprender mejor los contenidos.
Para García Jiménez en una hibridación siempre habrá función principal y función secundaria, sino estaría dispersa y sin rumbo, éstas se caracterizan porque tienen sentido propio, es específica, es convencional, tiene propósitos definidos y están para informar y formar. La hibridación de géneros puede crear una historia sin el uso de las palabras.
Se debe tener en cuenta que no todos son géneros en un programa, no se deben confundir géneros con recursos expresivos, éstos tienden a no ser autónomos, estando solos son incomprensibles como la poesía, la continuidad musical con locución y el guión.
Bajo ésta nueva condición, se hace una nueva tipología de los géneros en dos dimensiones: Por la COMPLEJIDAD DE LA ESTRUCTURA tenemos géneros menores y géneros mayores, los primeros requieren siempre ser insertados en un programa o un género mayor; los géneros mayores como la radio revista o el documental tienen más de un objetivo. Por la INTENCIÓN tenemos géneros informativos, interpretativos, de opinión, discursivos, educativos, persuasivos y de entretenimiento.
Se debe tener en cuenta que no todos los programas son géneros mayores como por ejemplo: los programas musicales, informativos, de análisis, educativos, culturales, deportivos, agrícolas, peligrosos, infantiles y juveniles.
La audiencia es parte indispensable en una programación. Hasta ahora queda claro que tantos los géneros como los formatos tienen que estar sustentados en las características de la audiencia. Los formatos son importantes porque definen la imagen de la emisora y son parte de la formación de la audiencia. La forma de programación de una emisora puede ser aceptada o rechazada, por eso se debe conocer el entorno, los usos del medio, y sobre todo los momentos de sintonía, la mejor fuente de información relevante de las audiencias son los publicistas. Ellos hacen el estudio por segmentación geográfica, demográfica, psicográfico y conductual (Willian Arens, William Standfor, Michael Etzel y Bruce Walker).
Utilizando esa segmentación Araya Rivera establece el perfil del público; tanto del público meta como del público bienvenido, en tres dimensiones: Geográfica (residencia, cantidad, condiciones), Demográfica (Ingre. Económico, edad, género, etapa de vida, etc.) Y Psicográfico (valores, actitudes, personalidad, etc.).


Teniendo en cuenta el perfil del público se han ideado una diversidad de formatos, cada uno según el punto de vista de diversos autores. Jesús García Jiménez, Miguel Ángel Ortiz y Federico volpini están de acuerdo en que la programación radiofónica son de dos tipos: GENERALISTA , cuando el programa es abierto, convencional y extensivo, y donde el formato tiene gran variedad de géneros y contenidos, y por otro lado el programa radiofónico ESPECIALIZADO O TEMÁTICO, donde la programación es intensiva o monográfica, satisface a segmentos específicos de la audiencia y los formatos tienen una variedad de géneros según el tema específico.
Entre tanta extensión de formatos Jim García Camargo prefiere clasificar a las emisoras en categorías: Emisoras Oficiales (estatales, de servicio a la comunidad) Emisoras Culturales (difusión cultural, llamada radio educativa, manejada por la iglesia u ONGs) y las Emisoras Comerciales (con fines de lucro, dependen de la Publicidad) que aún están vigentes y son de aceptación general.



La producción radiofónica tiene que estar ligada a la situación comunicativa de la sociedad donde se emite, cuando no cumpla con éste requisito será rechazado por la audiencia.
Locución seguida de música no es un género es un recurso expresivo, la emplean muchos locutores empíricos. Por lo tanto parece que no hay un fin que trascienda, entonces es vacío y hueco.
Pese a la gran diversidad, muchos estudiantes, maestros y profesionales emplean la clasificación de uno o de otros autores, que he mencionado, sin alterar la esencia de la producción radiofónica.

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